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Botox, uno de los medicamentos del futuro. Tratamientos estéticos y otros tratamientos médicos con toxina botulínica
¿Qué es el botox?
Sin duda una de las ventajas de esta época son los avances tecnológicos de la medicina. Un ejemplo de ello es la toxina botulínica, usada en medicina desde la década del 80, y conocida mayormente por su nombre comercial y uso estético. Hoy juega un rol fundamental en la medicina, a modo de tratamiento para algunas enfermedades como las distonías o movimientos musculares involuntarios.
El botox o toxina botulínica tipo A es una neurotoxina producida por la bacteria Clostridium botulinum que ha sido purificada para tratar ciertos problemas musculares y para eliminar las arrugas. Esta neurotoxina, inyectada en pequeñas cantidades, tiene la propiedad de relajar la musculatura y detener los impulsos nerviosos. En grandes concentraciones el botox puede causar botulismo o enfermedades graves, por ello es muy importante que el profesional que lo aplique cuente con una dilatada experiencia y conocimiento.
Tratamientos médicos con toxina botulínica
En el campo de la estética, el botox se ha convertido en un tratamiento habitual por su sencillez y sus resultados. La aplicación de la toxina botulínica en zonas precisas del rostro ayuda a relajar los músculos encargados de que la piel se arrugue o se doble cuando se frunza el ceño.
Elimina las arrugas producidas por el paso del tiempo y por las expresiones habituales.
El botox tiene múltiples aplicaciones para la salud:
Lo que produce la toxina es una parálisis en el músculo. La actividad muscular es bloqueada tras la intervención, por lo que pacientes con enfermedades relacionadas a los trastornos del movimiento reducen la hiperactividad del músculo afectado, pudiendo evitar así la contractura.
.- El alivio de las migrañas bloqueando las terminaciones nerviosas involucradas en el dolor;
.- Corregir el estrabismo relajando los músculos del ojo;
.- Se utiliza para bloquear las glándulas sudoríparas cuando el paciente tiene una sudoración excesiva;
.- La toxina botulínica tipo A (TB-A) en la disciplina de la Medicina Física y Rehabilitación;
.- En el tratamiento de pérdidas de orina;
.- Para cualquier afección que para su mejora se deba relajar los músculos como los espasmos o dolores lumbares.
Para finalizar se emplea para estos trastornos, “se usa en espasmos vesicales, bruxismo y en muchísimas otras cosas.
Por ejemplo, pacientes que bruxan mucho (apretar los dientes al dormir), aprietan musculatura y se rompen los dientes. Para corregirlo se puede usar toxina botulínica y soltar esa musculatura”.
¿Es inmediato el resultado?
No. El resultado va apareciendo paulatinamente al cabo de unos días, lo que supone una ventaja para el paciente, ya que no se advertirá un cambio brusco. El efecto deseado se logra entre los 4 y 8 días. Algunas veces, tarda hasta 2 semanas.
Por todo ello podemos afirmar que el Botox “Uno de los medicamentos del futuro”.
