BRAZOS: Di ADIÓS a las ALAS DE MUERCIELAGO & consigue Muslos FIRMES

por | May 17, 2017 | Ciencia | 0 Comentarios

BRAZOS: Di ADIÓS a las ALAS DE MUERCIELAGO & consigue Muslos FIRMES

Hay un tipo de grasa, celulitis y flacidez que ni la dieta ni el ejercicio solucionan. Sin embargo, la ciencia avanza cada vez más y hay equipos de medicina estética que no obran milagros, pero casi. Te contamos los más efectivos para lograr resultados en zonas tan conflictivas como la cara interna de brazos y los muslos.

BRAZOS: DI ADIÓS A LAS ALAS DE MURCIÉLAGO

El problema: se suman dos problemas. A saber: falta de tono muscular y aumento de la grasa localizada. Además, de la flacidez en la cara interna de los brazos, como de la celulitis, no se libran ni las delgadas ni las deportistas. Porque no es un problema que se solucione con dieta ni con ejercicio.

La solución:

Carboxiterpia + Diatermocontracción.

Carboxiterpia  consiste en inyectar, con finas agujas y de forma controlada, dióxido de carbono -CO2- bajo la piel para provocar una vasodilatación, aumentar el flujo sanguíneo en la zona e hiperoxigenar el tejido. Puede ser algo molesto pero en ningún caso doloroso.

Diatermocontracción  es una radiofrecuencia que aumenta la temperatura de la dermis de forma localizada y es tan potente que puede contraer tanto la musculatura superficial como la más profunda. Además, consigue que se produzca colágeno y elastina nuevos  “fundamental para la elasticidad y turgencia cutáneas“.

Resultados: mejora el drenaje, la microcirculación sanguínea y linfática, reduce el edema y la celulitis, oxigena el tejido y mejora mucho la calidad de la piel porque estimula la producción de colágeno y elastina nuevos, y tiene efecto ‘quema grasa’ y reafirmante.

Se recomiendan 10 sesiones combinadas de ambos tratamientos.

 

MUSLOS: FIRMES

El problema: es una zona con especial tendencia a la flacidez, con la piel muy fina y con muchas papeletas para tener estrías y depósitos de grasa localizados leves o moderados.

La solución:

Radiofrecuencia monopolar -capaz de llegar a las capas más profundas de la piel-,  +/y  ultrasonidos -que fragmentan las células de grasa- y enfriamiento graduable -que actúa como un escudo protector de la piel-, para emitir un calentamiento profundo y controlado en el tejido, sin dañar ni quemar la zona. El calor que emite estimula la formación de colágeno y elastina nuevos -responsables de la firmeza cutánea-, además de producir la retracción de la piel, y devolver el tono y la firmeza en pocas sesiones. Se recomiendan ente 6 y 8 sesiones.

Resultados:  combinados ambos sistemas reafirman, reduce y alisa la piel desde la primera sesión.

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