Diferencia entre Fotomodulación y Terapia Fotodinámica
¿En qué consiste la fotomodulación?
La Fotomodulación es el estímulo de las células mediante la aplicación de luz atérmica. La fotomodulación es una estimulación celular mediante la absorción de luz por parte de los receptores mitocondriales de las células de la piel, con el fin de activar los procesos de regeneración y proliferación celular.
En concreto, la fotomodulación actúa sobre las siguientes estructuras cutáneas:
- Células madre
- Microcirculación sanguínea
- Fibroblastos (células que sintetizan el colágeno )
La fotomodulación produce una estimulación de las células mediante la aplicación de luz atérmica
La fotomodulación se realiza con sistemas LED, que emiten luz atérmica no coherente de banda estrecha. La luz emitida se convierte en energía térmica dentro de la célula, lo que activa la producción de colágeno y otros procesos celulares relacionados con la regeneración de los tejidos y el consiguiente rejuvenecimiento cutáneo.
Debido a que la fuente de energía es la luz y no el calor , tras el tratamiento el paciente puede incorporarse inmediatamente a su actividad normal, sin período de recuperación.
La fotomodulación está indicada en el tratamiento de los signos de envejecimiento:
- Arrugas finas en cara, cuello y escote
- Flacidez de grado leve o moderado
- Piel apagada
Al aumentar el colágeno y el proceso de regeneración de los tejidos, la piel gana elasticidad y luminosidad en la cara, el cuello, el escote y las manos.
En la actualidad se dispone de varios sistemas (colores) de emisores de luz atérmica LED :
Fotomodulación mediante diodos de emisión de luz (LED) no térmico, luz LED atermica no coherente de banda estrecha que ayuda a reparar y fortalecer la piel de forma no invasiva. Este tipo de luz no coherente de banda estrecha se emplea para el rejuvenecimiento en pieles de 30-40 años, así como en la eliminación de arrugas finas o incipientes.
¿Pero cual es la diferencia entre Fotomodulación y Terapia Fotodinámica?
En función del método de aplicación, la luz LED puede dar lugar a dos técnicas distintas:
- En la Terapia Fotodinámica, si se emplea ALA
- Fotomodulación, si no se emplea ALA
La Terapia Fotodinámica consiste en la aplicación de una sustancia fotosensibilizante o ALA, que potencia la posterior emisión de la luz atérmica.
La luz LED puede ser de varios tipos, pero sobre todo se utilizan dos tipos:
- Luz roja (633 nm): indicada para el rejuvenecimiento facial, la mejora de la oxigenación de los tejidos y la eliminación de manchas y arrugas finas.
- Luz azul (415 nm) : especial para eliminar el acné y las lesiones premalignas, como las queratosis actínicas.
La fotomodulación aprovecha los beneficios de la luz LED sin aplicar la sustancia fotosensibilizante ALA para transformarse en Terapia Fotodinamica.
EXPECTATIVAS DEL TRATAMIENTO con ALA-Terapia FotoDinamica
Los beneficios esperados del tratamiento con ALA-TFD dependen de la entidad o enfermedad que está siendo tratada:
- Para las Queratosis Actinicas (QAs) y el Fotorejuvenecimiento se podría esperar el aclaramiento de las lesiones de las queratosis actínicas y la mejora en los parámetros del fotoenvejecimiento. En este caso también, se podría ver estos resultados en un porcentaje mucho más rápido que podría producirse el fotorejuvenecimiento típico. Los ensayos clínicos publicados con ALA-TFD muestran que muchos de los efectos se observan dentro de los 1 a 3 meses de los tratamientos con luz o láser, en comparación con el tratamiento del fotorejuvenecimiento típico que habitualmente se ven después de 4-5 sesiones.
- Para el Acné vulgar inflamatorio, se podría esperar el observar los resultados a un ritmo mucho más rápido con ALA y luz/láser que con luz/láser solo. Los estudios clínicos, hasta ahora, apoyan esta premisa. Sin embargo, debe recordarse que esos son los beneficios esperados y que es crucial tratar a cada paciente de forma individualizada. Algunos de los pacientes tratados están emulando los resultados de los proyectos de investigación clínicos y responden de uno a tres tratamientos. No obstante, todos han reportado los resultados de los pacientes en los que se observa una mejoría clínica y existen otros que requieren un tratamiento más extenso del que fue planeado en un principio.
También debe recordarse que, en los ensayos clínicos, a menos que se indique lo contrario, se utiliza habitualmente la monoterapia, mientras que en la vida real la mayoría de nosotros recomendaríamos la utilización del ALA-TFD como un tratamiento adyuvante combinándola con otras modalidades de tratamiento y otros procedimientos cosméticos que se consideren adecuados.
Principio básico de la Terapia Fotodinámica (TFD)
El principio básico de la Terapia Fotodinámica (TFD) consiste en la a captación selectiva de un foto-sensibilizante por un tejido neoplásico y la destrucción de este tejido por la aplicación de una irradiación subsiguiente, principio básico de la terapia fotodinámica (TFD). Esta idea no es nueva, de hecho, la utilización de diversos productos vegetales con el objeto de mejorar los resultados de la fototerapia data del 1400 a. C y es descrita en un libro indio sagrado, Atharva Veda.
el nombre de “acción fotodinámica” o “efecto fotodinámico”, que es la la captación de algunos colorantes por una exposición posterior a una fuente de luz
En el intento de optimizar y estandarizar la Terapia Fotodinámica (TFD), fueron probadas- ensayadas varias sustancias foto sensibilizantes, principalmente, las porfirinas. Los primeros experimentos fueron realizados, en 1911, con la hematoporfirina y, desde entonces, las porfirinas se mantuvieron como las sustancias más eficaces y más estudiadas en la TFD.
Los tres pilares de la terapia fotodinámica son:
- – Oxígeno,
- – luz
- – un agente fotosensibilizador
En los últimos años ha habido un aumento significante en la utilización de la terapia fotodinámica (TFD, PDT en inglés) para el tratamiento de varias alteraciones cutáneas (QA), con o sin foto-rejuvenecimiento facial, acné vulgar inflamatorio moderado o severo. La TFD ha ganado amplio uso como agente terapéutico en estos últimos años y ha encontrado un lugar en la dermoestética, que sólo se ampliará en los próximos años.
El problema de estos fotosensibilizadores era que la acumulación cutánea estaba asociada a un lento aclaramiento de la piel, lo que llevaba a una fotosensibilidad a largo plazo que requería fotoprotección durante las 4-6 semanas posteriores a la realización de la TFD. En el intento de evitar este efecto adverso los investigadores comienzan a estudiar formulaciones tópicas de porfirinas. Sin embargo, estos estudios demostraban aún una fuerte fotosensibilidad cutánea.
Ya en 1990, Moan establece las características deseadas de un fotosensibilizador ideal:
– pureza química,
– acumulación específica en el tejido neoplásico,
– intervalo corto de tiempo entre la administración de la droga y su acumulación máxima en el tumor,
– vida media corta y rápido aclaramiento del tejido sano,
– activación a longitud de onda con óptima penetración tisular,
– alta capacidad de producción de singletes de oxígeno,
– carecer de toxicidad en ausencia de luz.
Se han utilizado diferentes fotosensibilizadores para su empleo en la TFD, siendo los derivados de la hematoporfirinas, el ácido 5-aminolevulínico y el metil 5-aminolevulinato, los que se emplean en indicaciones dermatológicas.