Ectoína cuida y protege la piel
La Ectoína es un aminoácido que produce la Naturaleza y que se encuentra principalmente en microorganismos, los cuales lo utilizan para protegerse del calor, la radiación y las altas concentraciones de sal. Producida industrialmente a base de cultivos bacterianos en un laboratorio, la ectoína reduce el proceso de degradación de las células de la piel por influencia de agentes externos. Una sustancia orgánica capaz de compensar la presión osmótica y poseedora de una gran función protectora.
Por este motivo, se dice que la ectoína proporciona una protección holística a las células de la piel, defendiéndolas de diferentes factores de estrés como la sequedad, la sal, el calor o las heladas.
Propiedades de la ectoína
La ectoína reúne propiedades:
.-. Hidratantes
.-. Reguladoras
.-. Calmantes
Todo esto la convierten en un principio activo ideal para tratar la piel seca y con signos visibles de envejecimiento. Además de su alta capacidad de hidratación, la Ectoína protege la piel de las agresiones externas como las radiaciones UV y es capaz de reparar los daños recientes que estas radiaciones producen en el ADN celular.
Uso recomendado de la ectoína
La ectoína se utiliza como ingrediente activo en el cuidado de la piel y protección solar. Estabiliza proteínas y otras estructuras celulares y protege la piel del estrés como la radiación ultravioleta y la resequedad.
La ectoína es una bacteria que Merck -una empresa de origen alemán con más de 330 años a sus espaldas- aisló.
Su hábitat son los desiertos y lagos salados de Egipto. Por lo tanto, es capaz de retener agua y dejarla ir en función de los cambios de temperatura y humedad. Esto, aplicado en cremas, regula la elasticidad de las células y su contenido hídrico.