El nuevo anormal o el Reloj del fin del mundo

por | Ene 27, 2019 | Miscelánea | 0 Comentarios

‘nuevo anormal’, «estamos normalizando un mundo muy peligroso»

El llamado «Reloj del Juicio Final» continúa en su posición más cercana al fin del mundo que nunca por el uso de la energía nuclear

«La humanidad se encuentra en un estado tan preocupante como los momentos más peligrosos de la Guerra Fría, una situación que presenta un panorama impredecible y cambiante de disputas a fuego lento que multipican las posibildades de que estalle un conflicto militar importante»

El Reloj del Apocalipsis fue creado en 1947 por la artista Martyl Langsdorf, con la intención de representar el grado de amenaza nuclear, ambiental y tecnológica para la humanidad. Aquel año eran las 23:50 y aún faltaban 10 minutos para la medianoche, que simboliza la hora de la catástrofe nuclear.

La última vez que el reloj estuvo tan cerca de medianoche como en los últimos dos años fue en 1953, cuando EE.UU. y la Unión Sovética ensayaron armas termonucleares.

«El anochecer» del planeta, el término que ha utilizado el Boletín de Científicos Atómicos para referirse al fin del mundo. El «Reloj del Juicio Final» marca cuánto le queda a nuestro mundo antes de que los seres humanos destruyan el planeta debido a las amenazas de las armas nucleares y el cambio climático. Pero eso no es todo: también el uso creciente de las «fake news» -noticias falsas- y cómo socavan las libertades en algunos países ha provocado que sigamos más cerca del «the end» definitivo.

El Boletín de Científicos Atómicos de la Universidad de Chicago resaltó este jueves cuánto se ha modificado para 2019 la hora del denominado Reloj del Apocalipsis. Las manecillas del simbólico reloj, ideado para promover una conciencia global sobre el peligro del armamento nuclear, ahora marcan las 23:58, es decir,  a 2 minutos del ‘fin del mundo’.

 

Amenaza nuclear

La declaración indica que Estados Unidos abandonó el año pasado el acuerdo nuclear con Irán y anunció que se retiraría del Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio, lo que suponen “pasos graves hacia un desmantelamiento completo del proceso de control global de armas”.

Además, apunta que “el dilema nuclear de Corea del Norte sigue sin resolverse” pese a que este país asiático y Estados Unidos se alejaron de la retórica belicosa en 2017.

“Mientras tanto, las naciones nucleares del mundo procedieron con programas de ‘modernización nuclear’ que son casi indistinguibles de una carrera armamentística mundial, y las doctrinas militares de Rusia y Estados Unidos han erosionado cada vez más el tabú de larga duración contra el uso de armas nucleares”, apunta.

 

Cambio climático

En cuanto a la otra gran amenaza para la humanidad, la del cambio climático, la declaración subraya que las emisiones globales de dióxido de carbono, que parecían estabilizarse a comienzos de esta década, volvieron a aumentar en 2017 y 2018.

“Para detener los peores efectos del cambio climático, los países del mundo deben reducir las emisiones netas de dióxido de carbono en todo el mundo a cero mucho antes de fin de siglo”, añade.

El Boletín indica al respecto que “la comunidad mundial fracasó estrepitosamente el año pasado”, mientras que el Acuerdo de París “se ha visto cada vez más asediado” porque Estados Unidos anunció que se retirará de ese pacto y porque en la Cumbre del Clima celebrada el pasado mes de diciembre en Katowice (Polonia) Estados Unidos se alió con Rusia, Arabia Saudí y Kuwait (los principales países productores de petróleo) para “socavar” un informe de expertos sobre los impactos del cambio climático.

Desinformación y ‘fake news’

A las amenazas nucleares y climáticas se añade que el año pasado aumentó la desinformación, con líderes nacionalistas que “mintieron sin vergüenza, insistiendo en que sus mentiras eran verdad y las verdaderas, ‘noticias falsas’”.

“Estos intentos intencionados de distorsionar la realidad exageran las divisiones sociales, socavan la confianza en la ciencia y disminuyen la confianza en las elecciones e instituciones democráticas. Debido a que estas distorsiones atacan el discurso racional requerido para resolver los complejos problemas que enfrenta la humanidad, la guerra de información cibernética agrava otros peligros globales importantes, incluidos los que plantean las armas nucleares y el cambio climático, ya que en general socava la civilización”, apostilla la declaración.

 

 

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