La Chufa de tubérculo marginal a lucrativo superalimento en EEUU

por | Nov 29, 2015 | Ciencia | 0 Comentarios

La Chufa de tubérculo marginal a lucrativo superalimento en EEUU

 

La chufa se ha convertido en uno de los cultivos más rentables de España debido al crecimiento de su demanda en EEUU y Europa, donde se ha puesto de moda como comida saludable

Casi todos los españoles saben lo que es la horchata. Algunos saben que proviene de la chufa. Pero pocos saben distinguir este pequeño tubérculo, que si no fuera por la veraniega bebida habría desaparecido del mapa.

Hace siglos que el cultivo del tubérculo se realiza en exclusiva en una pequeña zona de la huerta valenciana y en lo que, se cree, fue su ecosistema originario, el Sahel, la franja de transición entre el desierto del Sáhara y la sabana sudanesa, donde se ha consumido toda la vida como parte de la dieta de subsistencia.

Pero lo que parecía un producto marginal, prácticamente condenado a la extinción -de las 1.000 hectáreas cultivadas en Valencia en 1980 hoy quedan solo 400-, está viviendo un increíble resurgir empujado por los fanáticos de la dieta paleolítica, que han elevado la chufa al estatus de superalimento, multiplicando por decenas su demanda en países como Alemania, Reino Unido o EEUU.

Este tubérculo comestible de la especie ‘Cyperus esculentus’, una planta herbácea, fue uno de los primeros alimentos de la humanidad y uno de los primeros cultivos explotados por el hombre, hace al menos 4.000 años, cuando empezó a plantarse en el Antiguo Egipto. Pero su historia se remonta aún más atrás. Hace dos millones de años, durante el Pleistoceno inferior, vivía en el África Oriental uno de nuestros más antiguos parientes, el ‘Paranthropus boisei’. Este homínido, de mandíbula prominente -más conocido como el ‘Hombre Cascanueces’-, sobrevivía casi en exclusiva, según constata un reciente estudio de la Universidad de Oxford, gracias a las múltiples propiedades nutricionales de la chufa, en las que nadie había recabado hasta ahora.

la-chufa-esta-resurgiendo-para-su-consumo-como-fruto-seco-istock

Casi todos los españoles saben lo que es la horchata. Algunos saben que proviene de la chufa. Pero pocos saben distinguir este pequeño tubérculo, que si no fuera por la veraniega bebida habría desaparecido del mapa.

Hace siglos que el cultivo del tubérculo se realiza en exclusiva en una pequeña zona de la huerta valenciana y en lo que, se cree, fue su ecosistema originario, el Sahel, la franja de transición entre el desierto del Sáhara y la sabana sudanesa, donde se ha consumido toda la vida como parte de la dieta de subsistencia.

Pero lo que parecía un producto marginal, prácticamente condenado a la extinción -de las 1.000 hectáreas cultivadas en Valencia en 1980 hoy quedan solo 400-, está viviendo un increíble resurgir empujado por los fanáticos de la dieta paleolítica, que han elevado la chufa al estatus de superalimento, multiplicando por decenas su demanda en países como Alemania, Reino Unido o EEUU.

Este tubérculo comestible de la especie ‘Cyperus esculentus’, una planta herbácea, fue uno de los primeros alimentos de la humanidad y uno de los primeros cultivos explotados por el hombre, hace al menos 4.000 años, cuando empezó a plantarse en el Antiguo Egipto. Pero su historia se remonta aún más atrás. Hace dos millones de años, durante el Pleistoceno inferior, vivía en el África Oriental uno de nuestros más antiguos parientes, el ‘Paranthropus boisei’. Este homínido, de mandíbula prominente -más conocido como el ‘Hombre Cascanueces’-, sobrevivía casi en exclusiva, según constata un reciente estudio de la Universidad de Oxford, gracias a las múltiples propiedades nutricionales de la chufa, en las que nadie había recabado hasta ahora.

 

El resurgir de la huerta valenciana

Aunque Gimeno explica que, hoy por hoy, la mayoría de la chufa española se sigue empleando para producir horchata, el aumento de la demanda y, sobre todo, su diversificación, podría recuperar un modo de vida que se encontraba prácticamente en vías de extinción.

“Somos muy pocos agricultores jóvenes”, asegura Gimeno. “Hoy quedarán unas 500 familias que viven de esto y la media de edad está en los sesenta y pico años. Hace falta un relevo generacional, con lo que ello conlleva de empuje e innovación. Pero como el mercado asume nuestro producto, hay más gente joven que se interesa por el tema. Ahora bien, el cultivo de la chufa no se hace de hoy para mañana. Es complicado encontrar a alguien que se quiera dedicar a esto a día de hoy. Aquí solo siguen los hijos de la gente que se ha dedicado a esto toda la vida”.
El agricultor explica que hay un vacío generacional entre la gente de 50 y 25, que huyó en masa de la huerta. Solo quedan en el negocio los abuelos y los nietos, chavales de 20 años que ven que sí hay un futuro asegurado en la agricultura de la chufa y están aprendiendo los secretos de un cultivo complejo y muy particular.

“Es un mundo en sí mismo, un cultivo muy diferente a todos los demás”, explica Gimeno. “Nuestra maquinaria nos la hemos hecho nosotros, pues al ser un cultivo minoritario, ninguna empresa ha apostado por él. Tenemos que ser autosuficientes y eso implica una forma de vida especial: levantarse muy temprano, no tener sábados y domingos, ir a almorzar al bar, que es una cosa muy típica nuestra… Es una vida diferente al resto”.
Los múltiples usos de la chufa

Daniel Carrión lleva casi dos décadas dedicándose al comercio de la chufa como gerente de la empresa Tigernuts Traders, líder mundial en la exportación del tubérculo y pionera en la venta de chufa para usos ajenos a la horchata.

Hasta hace solo unos años, cuenta, la chufa se demandaba en Europa y EEUU como alimento de peces y animales de granja e, incluso, para uso en cosmética, pero de un tiempo a esta parte ha resurgido el interés por la chufa como alimento, dado su alto contenido en fibra, hierro, potasio, magnesio, ácidos grasos omega-6 y vitamina C y E. Se consume como ‘snack’, al natural, o en forma de harina para cocinar, un producto cuya demanda no deja de crecer. Los ‘tiger nuts’, como se conoce fuera de España a la chufa, son el superalimento de moda.

“Desde hace unos cinco años empezó el mercado alemán a consumir muchas chufas para alimentación debido a sus propiedades”, explica Carrión a El Confidencial. “En EEUU la moda lleva unos dos años, pero le están dando mucha difusión a las bondades del producto”.

la-revolucion-de-la-chufa-de-tuberculo-marginal-a-lucrativo-superalimento-en-eeuu
“Nuestra empresa está centrada casi exclusivamente en la exportación”, cuenta el empresario. “Casi todo lo que hacemos es harina de chufa y a partir de este producto se hace de todo: mueslis, barritas, repostería… Al que le vendemos la chufa al natural la suele transformar en harina. Es un producto que no tiene gluten y tiene un nicho de mercado muy grande gracias a la tendencia de la dieta paleo, que ha incrementado bastante el consumo, que está creciendo por encima del 15% anual”.

La horchata también podría subirse al carro si no tuviera tanto azúcar, cuya cantidad está regulada por ley. “Se está vendiendo ahora horchata con menos azúcar”, explica Carrión. “La legislación española está muy encorsetada, pero se está moviendo bastante el cambio de nomenclatura. Se respeta su contenido en grasas, pero no en azúcar, que es lo que impide vender la bebida de chufa como algo saludable”.

Leer más:   http://goo.gl/4cw4Ng

Descárgate   Gratis  Nuestra    App

FALDON App

[siguienteyanterior]