Luz LED (LLLT – TLBI) El antiarrugas probado por la Nasa (proyecto VegOne)

por | May 29, 2019 | Ciencia, Miscelánea | 0 Comentarios

Luz LED (LLLT – TLBI) El antiarrugas probado por la Nasa (proyecto VegOne)

 

El proyecto VegOne demuestra que la fotobioestimulación cromática con tecnología LED LLLT escapaz de provocar actividad celular. O lo que es lo mismo, de ayudar a la generación y regeneración de tejidos:

El proyecto VegOne, puesto en marcha por la NASA en la Estación Espacial Internacional (EEI), consiguió en 2015 producir la primera hortaliza cultivada enteramente en órbita.

El astronauta estadounidense Scott Kelly y su equipo fueron capaces de crear las condiciones ambientales necesarias para que una lechuga romana común pudiera llevar a cabo la fotosíntesis y crecer como lo haría en la Tierra irradiándola con LED rojo, azul y verde. La ensalada resultante que degustaron los navegantes espaciales fue todo un hito ya que probaba que la fotobioestimulación cromática con esta tecnología era capaz de provocar actividad celular. O lo que es lo mismo, de ayudar a la generación y regeneración de tejidos.

Cada longitud de onda (color) llega a una profundidad diferente y actúa de manera distintaLos tiempos de aplicación van de 10 a 30 minutos

Siete son los colores que se utilizan por sus virtudes estéticas. Explica las utilidades de cada una:

– La luz roja (630-730 nanómetros) activa la regeneración celular y el metabolismo de los fibroblastos, generando colágeno y elastina, con lo que ayuda a reducir las arrugas, cierra los poros y previene el envejecimiento.

– La azul (440 nm) es la ideal para combatir el acné, ya que inicia un radical del oxígeno capaz de destruir la bacteria que genera esta patología; además, reduce el tamaño de los poros, los granos producidos por el estrés o los cambios hormonales; la inflamación y las rojeces y tiene un efecto calmante en las pieles hipersensibles.

– La verde (525 nm) es muy eficaz para luchar contra la hiperpigmentación ya que actúa sobre los melanocitos –células que segregan la melanina, el pigmento de la piel–, inhibiendo su

producción excesiva, ayudando a suavizar las manchas, eliminar el melasma y mejorar el vitíligo y las cicatrices oscuras.

– La turquesa (480 nm) activa el flujo energético intercelular y posee un efecto relajante y calmante sobre las pieles fatigadas.

– La amarilla o ámbar (585-590 nm) estimula la circulación linfática, mejora la oxigenación y eleva el sistema inmunitario; es perfecta para regular las pieles sensibles, aportar luminosidad y suavidad, además de tener propiedades reafirmantes y actuar sobre el sistema nervioso.

– La violeta (405-420 nm), una combinación de rojo y azul, favorece la eliminación de toxinas, reduce la inflamación, mejora la cicatrización y está muy recomendada después de un tratamiento medico-estético como el Botox, rellenos o láser por su acción antiinflamatoria.

– La blanca (800-830 nm), capaz de penetrar en las capas más profundas, es una gran regeneradora de las células muy indicada para combinarla con tratamientos de rejuvenecimiento intenso.

 

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