11 razones por las que tienes hambre cuando no deberías
Siempre nos han dicho que para adelgazar es necesario hacer un esfuerzo y no atender a nuestro apetito, pero no es cierto. Para llevar una dieta saludable y, ya de paso, perder los kilos que nos sobran, debemos preocuparnos por no pasar hambre. Si estamos todo el día pensando en lo infelices que somos por no comer lo suficiente, acabaremos cometiendo todo tipo de indulgencias que serán contraproducentes.
Hay muchas razones por las que tenemos hambre y conocer los motivos y aprender a neutralizar nuestro apetito es clave para llevar una alimentación adecuada. Como explica en Health la nutricionista Maggie Moon, “el hambre es la necesidad psicológica de calorías, agua y sal, y aparece por una combinación de factores como la dieta, las hormonas que generan apetito o el estrés”.
Estas son las 11 razones por las que nuestro apetito parece incontrolable:
1 – Duermes mal
Las hormonas que regulan en apetito se activan y desactivan siguiendo el tiempo marcado por nuestro reloj biológico – los ritmos circadianos – y al dormir mal se descontrolan. “Dormir poco provoca un aumento de los nieles de grelina, la hormona que estimula el apetito, y disminuye los niveles de leptina, la hormona responsable de la sensación de saciedad”, Explica Rumsey. Un sueño deficiente, además, provoca fatiga y pesadez mental y, dado que nuestro cuerpo demanda energía, nos veremos mas atraídos por el tipo de alimentos que nos convienen: los azucares.
2 – Calmas el apetito con carbohidratos refinados
Es importante repetir que los carbohidratos refinados son los principales causantes de nuestro sobrepeso y debemos limitar su ingesta en la medida de lo posible. El problema de este tipo de comidas es que además de engordar, no calman nuestra hambre de la misma manera que las proteínas o las grasas. Además, son adictivos: El aumento del nivel de azúcar hace que demandemos más carbohidratos. Es la pescadilla que se muerde la cola. Si sientes que necesitas azúcar, lo mejor es que la obtengas de la fruta, que calmara tu capricho de una forma muchos más saludable.
3 – Comes demasiado deprisa
Nuestro cerebro tarda un tiempo en procesar que estamos llenos y si comemos demasiado deprisa no nos daremos cuenta de que nos hemos pasado de la raya. Comer despacio hace que controlemos mucho mejor el momento en el que queremos dejar de comer. Si después de una comida normal sigues teniendo hambre espera 20 minutos antes de seguir comiendo, lo más probable es que en ese tiempo tu apetito ya se haya calmado.
4 – Te saltas comidas
Cuando te saltas una de las comidas principales, tu estomago esta vacío durante demasiado tiempo, lo que produce un aumento de la grelina, que nos provoca un apetito feroz. Cuando por fin consigues comer, lo haces con demasiada ansia y acabas ingiriendo más calorías de las que habrías tomado si no te hubieras saltado la comida. Esto es especialmente importante en lo que respecta al desayuno, que es la comida más importante del día. Un desayuno completo es la mejor forma de no pasar hambre durante la jornada.
5 – Estas deshidratado
“La deshidratación leve provoca una sensación de apetito, aunque en realidad lo que necesita tu cuerpo son sólo fluidos”, explica la nutricionista Alissa Rumsey, portavoz de la Academia Americana de Nutrición y Dietética. La confusión tiene lugar dado que la región cerebral que regula el hambre, el hipotálamo, es la misma que regula la sed, y la señal que emite se confunde. Es muy fácil evitar esta trampa cada vez que sientas hambre bebe agua. Es muy probable que tu apetito se calme de inmediato.
6 – Bebes demasiado alcohol
El alcohol estimula nuestro apetito aunque estamos llenos. A todos nos ha ocurrido. Al salir de cañas llega un momento en que no puedes comer más tapas, pero si las siguen sacando, las sigues comiendo. El alcohol además nos deshidrata y provoca la sensación e apetito de la que ya hemos hablado. Para evitar esto bebe agua entre copa y copa.
7 – Estas Estresado
El estrés hace que aumente nuestro apetito pero, además, hace que nos llevemos a la boa lo primero que encontremos, y la comida rápida no suele ser la más. Saludable. Cuando estamos tensos nuestro cuerpo segrega adrenalina y cortisol, dos hormonas que ponen a nuestro cuerpo en estado de alarma, y este nos pide la mayor cantidad de energía posible.
8 – Te estas medicando
Se sabe que algunos antidepresivos y corticocosteroides provocan un aumento importante del hambre. Evidentemente, no debes dejar la medicación a un lado solo por miedo a engordar, pero si tienes problemas de sobrepeso puedes solicitar a tu medico algún medicamento alternativo que no provoque visitas constantes a la nevera.
9 – Necesitas comer más proteínas
Las proteínas son los nutrientes que más claman nuestra hambre por lo que deben estar siempre presentes en nuestra dieta. “La proteína no solo permanece más tiempos en nuestro estómago y provoca una sensación de saciedad, además tiene un efecto supresor del apetito”, asegura Rumsey. La mujer debe tomar al menos 46 gramos de proteína al día y el hombre 56 gramos.
10 – Necesitas comer más grasa
Al igual que las proteínas, las grasas calman nuestro apetito y nos dejan saciados por más tiempo. Es cierto, es un tipo de nutriente que engorda mucho, pero si optamos por su versión más saludable, lograremos comer menos en conjunto. Añade a tus comidas alimentos como el aceite de oliva, los frutos secos o los aguacates.
11 – No dejas de ver comida
Un estudio de 2012, publicado en la revista Obesity, mostro que el simple hecho de ver imágenes de comida dispara nuestro apetito. Teniendo en cuenta que hoy en día está de moda todo lo relacionado con la comida es casi imposible no entrar en internet sin ver la foto de algún plato apetecible. Si quieres evitar picar a media mañana, mejor no te dediques a ver cursos de cocina.
Fuente:
Leer mas:
http://en.wikipedia.org/wiki/Obesity
http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/obesity.html
http://www.health.com/health/gallery/0,,20920951,00.html
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