7 pasos para tener un rostro saludable
En las últimas décadas, el mundo ha tratado de apuntar hacia un estilo de vida más saludable y lleno de vitalidad. En consecuencia, hemos visto a muchas más personas interesadas en este tema.
Sin embargo, tal y como lo indican en Nutrición Sin Más, mantenerse saludable a veces puede resultar muy complicado y requiere de ciertas consideraciones y cuidados personales.
Cuando hablamos de la salud de la piel, especialmente del rostro, solemos tomar el asunto a la ligera sin considerar los cuidados que esta requiere. Por esa razón, aquí dejamos una lista de los pasos que debes seguir para tener una rutina de cuidado facial completa. Verás indudablemente en ti un rostro mucho más saludable.
1. El desmaquillante
Uno de los peores y más comunes errores que cometemos cuando del cuidado de la piel se trata, es dejar el maquillaje puesto. Pensamos que por un día que lo hagamos no pasará nada y que no es tan grave.
Sin embargo, nunca es recomendable dejarse el maquillaje en la noche, pues puede tapar los poros, no deja que la piel “respire” bien y se relaje, acelera el envejecimiento del rostro y, además, puede traer reacciones alérgicas.
Por estas razones, es sumamente importante retirar completamente el maquillaje antes de ir a dormir.
Existen muchos productos en el mercado que puedes adquirir para cumplir este paso. Entre ellos, se encuentran las toallas desmaquillantes y el agua micelar, que sirven perfectamente para limpiar el rostro. Por otra parte, están los desmaquillantes bifásicos, especiales para el maquillaje de ojos y a prueba de agua.
Esta parte, evidentemente, sólo debe considerarse si estás haciendo esta rutina en la noche. Para la rutina de la mañana, simplemente debes saltarte este paso.
2. Limpia con un jabón facial
Luego de haber retirado el maquillaje o de haberte despertado, es momento de limpiar el rostro con un jabón especial para rostros según tu tipo de piel.
Incluso de la noche a la mañana, la piel del rostro se ensucia muy fácilmente. Por eso, este paso es esencial para completar una limpieza diaria y evitar posibles poros sucios o espinillas.
3. Exfolia con delicadeza
Luego de haber limpiado el rostro, es momento de realizar una suave exfoliación a la piel de tu rostro.
Exfoliar tu rostro le da una limpieza más profunda, evita impurezas y, al eliminar las células muertas, le da más vitalidad. Este paso, cabe destacar, debes hacerlo sólo una vez a la semana con un exfoliante para rostros de marca o hecho en casa.
4. Aplica una mascarilla
Mascarillas hay de todo tipo: caseras, fabricadas, hidratantes, relajantes, removedoras de impurezas y de cualquier finalidad que puedas imaginar.
Recientemente, una de las mascarillas caseras que más ha ganado popularidad ha sido la de carbón activado. Este antídoto universal, sabiendo sus usos, tiene muchísimos beneficios en la salud y ahora en la estética, utilizada principalmente para quitar los molestos puntos negros del rostro.
Aplicar una mascarilla especial a tu cara es recomendable sólo una vez al mes o cada dos meses, según el tipo que sea.
5. Utiliza un tónico
Este paso, aunque no es obligatorio, permite cerrar los poros y preparar la piel para la hidratación.
Sólo basta con aplicar un poco del producto en un disco de algodón y esparcir por el rostro con toques suaves.
Es importante recordar que al momento de comprar este y cualquier otro producto debes considerar estrictamente tu tipo de piel. Además, este producto es excelente para hidratar la piel grasa o las zonas grasosas de un rostro mixto, pues no deja una sensación grasosa.
6. Aplica el hidratante facial
Por último— y no por eso menos importante— es fundamental aplicar una buena hidratación en todo el rostro.
Nuevamente, debes considerar tu tipo de piel al momento de escoger tu hidratante pues, de lo contrario, no tendrá los efectos deseados.
Para aplicar este producto, tómalo con un hisopo o una paleta especial y no con los dedos para evitar contaminar el frasco. Luego, distribuye por todo el rostro y escote y masajea de forma circular hasta que la crema se absorba.
Es importante que recuerdes no sólo hidratar el rostro, sino también los labios y la zona de los ojos con productos especiales. Ten en mente que también son piel y necesitan de tu atención.
7. Y si es de día…
Este paso extra todos lo conocemos, pero lamentablemente solemos ignorar totalmente. Si estás haciendo esta rutina de día, es fundamental que recuerdes aplicar un protector solar para el rostro.
Este punto es clave para mantener un rostro saludable y evitar a toda costa los daños a largo plazo que puede traer una constante exposición al sol sin precaución.
De cualquier forma, puedes optar en el paso anterior por una crema hidratante de día, que incluya protector solar, y otra de noche más ligera.
Autora del Post:
Edith Gómez Editora – gananci.com
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