Agua que necesitas beber para adelgazar
Nos han repetido hasta la saciedad que hay que beber mucha agua al día para perder peso, pero ¿qué hay de cierto en ello? ¿Realmente es beneficioso? Te lo contamos
La ‘necesidad’ de beber más de dos litros de agua fue creado por el lobby del agua, cuyo objetivo no era otro que conseguir un aumento de su consumo
Ellas necesitan beber tres tazas al día y ellos un total de cinco para que el consumo de agua realmente tenga beneficios para su salud
No hay ser sobre la tierra que no conozca los beneficios de beber agua. Que si hidrata, que si es buena para la vejiga y estupendo para la piel, que si adelgaza… Un sinfín de teorías a la que se suma la regla de los “dos litros diarios”. Hasta ahora todas estas directrices eran consideradas verídicas por la mayoría de los mortales, pero ¿qué hay de cierto en todo eso? ¿Realmente el agua es tan beneficiosa? ¿Ayuda a adelgazar? Lo vemos:
1) Ayuda a adelgazar si es fría
Es bueno que bebas agua si estás a régimen (te sacia, te ayuda a ir al baño…), pero si realmente quieres que sea eficaz para adelgazar esta debe estar muy fría. Así lo aseguran diversas investigaciones. La razón es que tu cuerpo quema calorías de grasa para igualar la temperatura del agua helada que estás bebiendo con la temperatura de tu cuerpo. Para que te hagas una idea, quemas 15 calorías con cada medio litro que bebes de agua fría. Es decir, que si al día bebes 7 vasos, quemarás 100 calorías de más o, lo que es lo mismo, podrás perder 4,5 kilos al año solo dando sorbos.
En 2003, una investigación publicada en ‘US National Library of Medicine‘ demostró que aquellos que bebían agua helada aumentaban su gasto calórico en un 30% durante más de una hora. “Si bebes dos litros de agua al día, quemarás unas 100 calorías extra”, asegura Rachele Pojednic, profesora asistente en el departamento de nutrición de Simmons College, a ‘Self‘.
Aunque este truco no es algo mágico para perder peso, puede ser de gran ayuda. Además, con cada trago estarás aumentando tu metabolismo, lo que acelerará más aún la quema de grasas.
2) Lo de los ‘2 litros’ es un invento
Si no quieres adelgazar y solo te interesa mantenerte sano, debes leer lo que publica la revista ‘Science & Health‘. Aunque es bueno que bebas agua, y sobre todo fría, no hace falta que sean ocho vasos diarios. Todo parece indicar que se trata de un mito médico cuyo origen se remonta a 1945. Ese año, la agencia gubernamental National Food and Nutrition Board publicó un informe que aseguraba que “la cantidad adecuada de agua para adultos es de 2,5 litros diarios. La mayor parte de esta cantidad la obtenemos de alimentos”. Ajá. Lo publicado por esta agencia era cierto, pero lo que ha pasado a la historia es la primera parte de la afirmación, y se ha quedado por el camino que la mayoría de ese agua procede de los alimentos.
Todo apunta a que la razón de que pasara a la historia la ‘necesidad’ de beber más de dos litros de agua fue creación del lobby del agua, cuyo objetivo no era otro que conseguir un aumento considerable del consumo de este líquido.
3) Beber agua no te hace vivir más
Como todos sabemos, el agua es necesaria para el funcionamiento de nuestro organismo, ya sea consumida directamente de la botella o de lo contenido en alimentos. Además de ser vital, este líquido tiene numerosos beneficios para la salud que, en muchas ocasiones, se han extrapolado. Es decir, cuando los investigadores estudian los beneficios del agua, no se centran solo en ella, sino en el consumo total de líquido. Cuando la Clínica Mayo recomienda la ingesta de líquidos, se aprecia que se trata de todas las bebidas, no solo de agua. La pregunta entonces se convierte en si es mejor beber más líquidos o no. Y aquí, la evidencia entra en conflicto.
La mayoría de estudios no muestran ningún efecto de la ingesta de líquidos sobre la mortalidad. Uno, realizado en los Países Bajos en 1980 y publicado recientemente por el ‘British Journal of Nutrition‘, descubrió, tras analizar a 120.000 personas durante diez años, que no había ningún vínculo evidente entre la ingesta total de líquidos o de agua con las causas de la mortalidad.
Otro estudio, publicado en el ‘Oxford Journals‘, tampoco encontró ningún impacto en la ingesta de líquidos sobre la enfermedad renal crónica o la mortalidad cardiovascular; tampoco este otro, publicado en la ‘US National Library of Medicine’. En cuanto a los supuestos beneficios de consumir agua para nuestro aspecto físico (mejor piel, cabello, uñas, etc), tampoco hay evidencias que lo demuestren, tal y como recoge este informe.
4) Esta es la cantidad que necesitamos
Hay otros muchos estudios que sí evidencian los beneficios del agua para los mortales. Pero son claros con la cantidad, y está muy alejada de los ocho vasos diarios que supuestamente necesitamos. La investigación más notable es la publicada por el ‘American Journal of Epidemiology‘, que relacionó el aumento en el consumo del agua con una reducción considerable del riesgo a morir. Para que esto se diese, se debía ingerir una cantidad de agua diaria. En el caso de la mujeres, esta era de tres o más tazas. Y para ellos, de tres a cinco. Es decir, unas sumas que se quedan muy lejos de los “dos litros diarios”.
5) Los peligros de beber agua en exceso
Ahora que sabemos que ellas necesitan unas tres tazas al día, y ellos unas cinco, ¿por qué debemos consumir más agua? ¿Acaso puede ser malo para la salud? Pues sí, un exceso de este líquido puede ser tremendamente perjudicial para nuestro organismo. La obsesión del siglo XXI que nos empuja a beber a todas horas y a ir pegados con una botella en la mano, ahora parece perder todo el sentido.
Tal y como expone el doctor Ricardo Cánovas en su libro ‘20 minutos a la semana para estar en forma‘ (Planeta), “si bebemos agua en exceso, la función renal puede verse afectada, y los riñones, los órganos excretores por excelencia, no podrán procesar el líquido lo suficientemente rápido, lo que dará lugar a una dilución de los niveles de potasio, sodio y cloro, entre otros, que están directamente implicados en la actividad contráctil de los músculos”. Unos efectos a los que se sumarían problemas cerebrales, cardiacos o respiratorios resultado de la dilución de dichos componentes en el interior de las células. Cánovas es claro: “Si uno está sano deberá beber agua cuando tenga sed, ni antes ni después, ni una gota más ni una gota menos”.
Además de lo citado por el doctor, hay otros graves problemas que nos podría ocasionar un consumo excesivo de agua, como explica Mandy Francis en ‘The Daily Mail’:
- Puede causar insomnio: beber grandes cantidades de agua, sobre todo al final del día, puede interrumpir el sueño porque no paras de ir al baño.
- Sudoración extrema: el exceso de hidratación está ligado a muchos de los problemas de sudoración extrema de sus pacientes, cuyos casos más graves necesitan de cirugía para extirpar las glándulas sudoríparas.
- Envenenamiento por agua: el experto recuerda a Jacqueline Henson, una mujer de 40 años que murió de intoxicación de agua tras seguir a rajatabla un programa de pérdida de peso que le aconsejaba beber cuatro litros de agua al día en tan solo dos horas.
Por tanto, ya lo sabes. Bebe agua cuando tu cuerpo te lo pida, y no hagas caso a la teoría de los “dos litros diarios”. A no ser que tu médico te haya recomendado algo diferente, puedes estar seguro de que estás hidratado si consumes las suficientes frutas, verduras y legumbres y si bebes cuando tienes sed. Así de sencillo.