Efluvio telógeno en la mujer, qué es
Se trata de un proceso fisiológico en el que, en el momento que se disminuyen los estrógenos, el cabello entra en fase telógena y, como consecuencia, se debilita y se cae.
El debilitamiento o la caída del cabello durante el embarazo es menos frecuente que después del parto, pero es una reacción normal de nuestro organismo y no suele ser motivo de preocupación. La alteración en el equilibrio hormonal del organismo puede afectar a los folículos capilares.
Aunque El cambio hormonal no acaba con el embarazo, ya que, tras el parto, el crecimiento del cabello se detiene y por ello, la caída capilar vuelve a aparecer en algunas mujeres dos o tres meses después de haber dado a luz.
Como norma general el cabello realmente no retoma su ciclo normal de crecimiento hasta los seis meses después del parto. Hay que tener en cuenta que, aun así, esta pérdida del cabello puede prolongarse debido a otros factores como son:
.-. El estrés,
.-. La pérdida de sangre durante el nacimiento del bebé
.-. La presencia de la hormona prolactina durante el periodo de lactancia.
*** Es importante recordar que cada cabello es distinto y por ello los cambios hormonales afectan de diferente manera a cada mujer:
.-. Una mujer con un cabello graso notará aún más esta grasa, por lo que deberá lavárselo más frecuentemente.
.-. Las mujeres con un cabello normal únicamente notarán algo más de grasa de lo habitual.
Tres consejos para mantener un cabello fuerte y sano durante el embarazo y posparto
Independientemente del tipo de cabello que tenga una mujer, es aconsejable cuidar la alimentación durante esta etapa, ya que es un factor importante que influye en la calidad del cabello. Por ello, se aconseja:
.-. Incluir una dieta rica en vitaminas E, C y B5, proteínas, hierro y zinc, hará que el pelo luzca un aspecto más cuidado y saludable.
.-. Masajear el cuero cabelludo a la hora de lavarse el cabello. De esta manera se consigue estimular el riego sanguíneo en esta zona y aportar los nutrientes necesarios.
.-. Prestar una mayor atención al cabello cuando este esté húmedo, ya que es cuando se daña con más facilidad. Por ello, evita peinarlo bruscamente o secarlo con secador a temperaturas altas.