Láseres y Luz Pulsada Intensa para corregir afecciones inestéticas y patologías cutáneas

por | Sep 8, 2017 | Ciencia | 0 Comentarios

Láseres y Luz Pulsada Intensa para corregir afecciones inestéticas y patologías cutáneas

La utilización de fuentes de luz, tales como el LÁSER y la Luz Intensa Pulsada (IPL), constituyen un gran avance en el tratamiento  correctivo de afecciones inestéticas y patologías cutáneas.

El termino LÁSER es un acrónimo de luz amplificada y estimulada por emisión de radiación.

Sus propiedades son monocromaticidad, coherencia y colimación.

Su uso se basa en el principio de la fototermolisis selectiva. Esto significa que son capaces de actuar selectivamente en los llamados “órganos diana-target-blanco” o cromóforos.

La piel es un órgano rico en cromóforos (pigmentos que captan energía de distintas longitudes de onda: hemoglobina, melanina, agua  además de otros pigmentos exógenos depositados en ella). Esa energía absorbida dará origen a diferentes sistemas de emisión de fuentes de luz:

 

  Sistema                                          Longitud de Onda                             Target-Diana-Blanco

    — Luz Pulsada Intensa (IPL)                                      Variable (400-1200) nm                         Melanina, Hemoglobina, Agua (intra-extra celular)

— Laser  de KTP                                                       532 nm                                              Hemoglobina, Melanina

— Dye Laser                                                        585.595 nm                                                  Hemoglobina

— Laser  de Rubí                                                      695 nm                                                        Melanina

— Laser  de Alexandrita                                        755 nm                                                         Melanina

— Laser  de Diodo                                                 800-810 nm                                                     Melanina

— Laser de Nd: YAG                                                     1064 nm                                             Melanina, Hemoglobina

— Laser de Erbium                                                         2940 nm                                             Agua (intra-extra celular)

— Laser de Co2                                                              10.600 nm                                             Agua (intra-extra celular)

 

 

Clasificación de los láseres

Los láseres no forman un solo grupo al cual se apliquen límites de seguridad comunes, ya que los riesgos que se derivan de su uso  varían notablemente. Ello es debido a los amplios intervalos posibles para la longitud de onda, la potencia o energía y las  características de emisión continua o de impulsos de un haz láser.

Una forma de simplificar el problema es agruparlos en una clasificación según su grado de peligrosidad, y de ello se han encargado los  diversos organismos relacionados con la seguridad láser, entre ellos el CEI (Comité Electrónico Internacional), el ANSI (American  National Standard Institute) y el BRH (Bureau of Radiological Health); aunque estas clasificaciones no coinciden en su totalidad, son bastantes similares.

Clasificación de la norma CE1-825-1984, que agrupa los láseres en 4 clases generales,  especificando para cada uno de ellos los  límites de emisión accesibles (LEAs) o niveles de emisión accesible máximos permitidos  dentro de una clase determinada. (Tablas I a IV de la Norma CEI-825-84).

Las tablas clasificatorias de la norma CEI-825-1984 están basadas en el criterio de la exposición máxima permisible (EMP), definida  como nivel de radiación láser al que, en circunstancias normales pueden exponerse las personas sin sufrir efectos adversos. Los  niveles de EMP representan el nivel máximo al que es posible exponer los ojos o la piel sin que se produzcan lesiones inmediatas ni después de un periodo prolongado de tiempo. Se utilizan como guía en el control de exposiciones, pero se recomienda que, en  cualquier caso, la exposición a radiación láser sea la mínima posible.

TABLA 2

Clase 1
Láseres intrínsecamente seguros (nunca se sobrepasa el nivel de EMP, o los que son seguros debido a su diseño.

Clase 2

 

Láseres de poca potencia de salida que emiten radiación visible (400-700 nm) y que pueden funcionar en modo continuo o pulsado. La potencia o energía de estos sistemas está limitada a los LEAs de la Clase 1 para duraciones de exposición de hasta 0,25 s.

Para un láser continuo, el límite es de 1 mW.

Clase 3A

 

Láseres cuya potencia de salida es hasta 5 mW (emisión continua) o cinco veces el LEA de la clase 2 (emisiones pulsadas o repetitivas), para la región espectral 400-700 nm. La irradiancia en cualquier punto del haz visible no debe sobrepasar los 25 Wm-2
.
Para otras regiones espectrales la radiación láser no debe sobrepasar cinco veces el LEA de la clase 1, ni superar la irradiancia ni la exposición radiante de la correspondiente tabla de la norma CEI.
NOTA:
La visión directa de un haz láser de la Clase 3A con ayudas ópticas, puede ser peligrosa. Para láseres que emiten en el visible, la protección del ojo desnudo se produce mediante reflejos de aversión, incluyendo el parpadeo.

Clase 3B

 

Láseres que pueden emitir radiación visible y/o invisible a niveles que no sobrepasen los LEAs especificados en la Tabla IV de la Norma CEI. Los láseres continuos no pueden sobrepasar los 0,5 W y la exposición radiante de los láseres pulsados debe ser menor de 105 J·m-2.

NOTA:

La visión directa del haz es siempre peligrosa. La visión de radiación láser pulsada desenfocada por reflexión difusa no es peligrosa y, en ciertas condiciones, los haces láser continuos pueden verse sin ningún peligro mediante un reflector difuso.

Estas condiciones son las siguientes: distancia mínima de 13 cm y tiempo máximo de 10 s.

Clase 4
Son láseres de gran potencia, cuya potencia de salida sobrepase los LEAs especificados para la Clase 3B.
NOTA:
Los láseres visibles e IR-A de la Clase 4 pueden producir reflexiones difusas peligrosas. Pueden causar lesiones en la piel y constituir peligro de incendio. Su uso requiere una precaución extrema.

El proceso de clasificación de un láser es competencia directa del fabricante, pero si el sistema se modifica con cualquier accesorio, el  láser debe ser clasificado de nuevo.

Para ilustrar gráficamente la relación entre unas y otras clases, se expone en la siguiente imagen la clasificación para láseres de emisión  continua dada por el Bureau of Radiological Health (BRH) en 1978).

 

[siguienteyanterior]