Láseres y Luz Pulsada Intensa para corregir afecciones inestéticas y patologías cutáneas
La utilización de fuentes de luz, tales como el LÁSER y la Luz Intensa Pulsada (IPL), constituyen un gran avance en el tratamiento correctivo de afecciones inestéticas y patologías cutáneas.
El termino LÁSER es un acrónimo de luz amplificada y estimulada por emisión de radiación.
Sus propiedades son monocromaticidad, coherencia y colimación.
Su uso se basa en el principio de la fototermolisis selectiva. Esto significa que son capaces de actuar selectivamente en los llamados “órganos diana-target-blanco” o cromóforos.
La piel es un órgano rico en cromóforos (pigmentos que captan energía de distintas longitudes de onda: hemoglobina, melanina, agua además de otros pigmentos exógenos depositados en ella). Esa energía absorbida dará origen a diferentes sistemas de emisión de fuentes de luz:
Sistema Longitud de Onda Target-Diana-Blanco
— Luz Pulsada Intensa (IPL) Variable (400-1200) nm Melanina, Hemoglobina, Agua (intra-extra celular)
— Laser de KTP 532 nm Hemoglobina, Melanina
— Dye Laser 585.595 nm Hemoglobina
— Laser de Rubí 695 nm Melanina
— Laser de Alexandrita 755 nm Melanina
— Laser de Diodo 800-810 nm Melanina
— Laser de Nd: YAG 1064 nm Melanina, Hemoglobina
— Laser de Erbium 2940 nm Agua (intra-extra celular)
— Laser de Co2 10.600 nm Agua (intra-extra celular)
Clasificación de los láseres
Los láseres no forman un solo grupo al cual se apliquen límites de seguridad comunes, ya que los riesgos que se derivan de su uso varían notablemente. Ello es debido a los amplios intervalos posibles para la longitud de onda, la potencia o energía y las características de emisión continua o de impulsos de un haz láser.
Una forma de simplificar el problema es agruparlos en una clasificación según su grado de peligrosidad, y de ello se han encargado los diversos organismos relacionados con la seguridad láser, entre ellos el CEI (Comité Electrónico Internacional), el ANSI (American National Standard Institute) y el BRH (Bureau of Radiological Health); aunque estas clasificaciones no coinciden en su totalidad, son bastantes similares.
Clasificación de la norma CE1-825-1984, que agrupa los láseres en 4 clases generales, especificando para cada uno de ellos los límites de emisión accesibles (LEAs) o niveles de emisión accesible máximos permitidos dentro de una clase determinada. (Tablas I a IV de la Norma CEI-825-84).
Las tablas clasificatorias de la norma CEI-825-1984 están basadas en el criterio de la exposición máxima permisible (EMP), definida como nivel de radiación láser al que, en circunstancias normales pueden exponerse las personas sin sufrir efectos adversos. Los niveles de EMP representan el nivel máximo al que es posible exponer los ojos o la piel sin que se produzcan lesiones inmediatas ni después de un periodo prolongado de tiempo. Se utilizan como guía en el control de exposiciones, pero se recomienda que, en cualquier caso, la exposición a radiación láser sea la mínima posible.
TABLA 2
Clase 2
Para un láser continuo, el límite es de 1 mW.
Clase 3A
Clase 3B
NOTA:
Estas condiciones son las siguientes: distancia mínima de 13 cm y tiempo máximo de 10 s.
El proceso de clasificación de un láser es competencia directa del fabricante, pero si el sistema se modifica con cualquier accesorio, el láser debe ser clasificado de nuevo.
Para ilustrar gráficamente la relación entre unas y otras clases, se expone en la siguiente imagen la clasificación para láseres de emisión continua dada por el Bureau of Radiological Health (BRH) en 1978).